Infracciones por tocar el balón con la mano: No son manos de Keita
¿Cuándo es mano de verdad?
Los árbitros y nosotros, simples mortales del fútbol, llevamos años discutiendo la eterna pregunta: ¿eso es mano o no? El reglamento dice que es infracción cuando un jugador toca el balón con la mano o el brazo de forma deliberada. Pero claro, aquí viene el tema: ¿qué es «deliberada»? Porque a veces parece que depende del árbitro, del equipo, o de si Marte está en retrogrado.
El árbitro debe considerar estas circunstancias:
- El movimiento de la mano hacia el balón (no del balón hacia la mano). O sea, si el balón te busca, no es tu culpa… en teoría.
- La distancia entre el adversario y la mano (balón que llega de forma inesperada). Si te disparan un cañonazo desde medio metro, ¿qué haces? ¿Desaparecer como los Vengadores?
- La posición de la mano no presupone necesariamente una infracción. Tener los brazos abiertos no significa que quieras hacer de portero extra.
- Tocar el balón con un objeto sujetado con la mano (como vestimenta, espinillera/canillera, etc.) constituye una infracción. Nada de trucos raros.
- Golpear el balón con un objeto lanzado (una bota, espinillera/canillera, etc.) constituye una infracción. Que esto no es béisbol.
En resumen: que el balón golpee la mano de un jugador no siempre es infracción. Por ejemplo, si un defensor está en su área, le llega un balón inesperado, tiene la mano pegada al cuerpo (en «posición natural», porque un brazo extendido hacia arriba no cuenta como natural a menos que estés haciendo yoga) y no mueve la mano hacia el balón, NO se considera penal. Pero bueno, esto lo interpretamos según el humor del árbitro ese día.
Keita y el Zaragoza: la polémica en memes
¡Ah, la jugada de Keita! Esa que todos recordamos y que sigue generando debate en bares y redes sociales. En el partido Barcelona vs Zaragoza, Keita se convirtió en protagonista de una de esas jugadas que hacen que Internet explote en memes y los comentaristas se tiren de los pelos.
A la hora de señalar las manos, lo importante no es si las manos están separadas del cuerpo (aunque muchos crean que sí). Lo único que importa es la voluntariedad. Pero claro, cada árbitro interpreta «voluntariedad» a su manera. Es como el concepto de «enseguida voy» — puede significar 5 minutos o 5 horas.
En el caso de Keita, el reglamento era claro: debería haber sido falta del jugador del Zaragoza por impedir el salto al jugador blaugrana. Pero bueno, ya sabemos que en el fútbol, lo claro a veces se vuelve turbio como agua de charco.
Reglamento y los líos arbitrales
Para determinar cuándo se considera amonestación o expulsión, tenemos estos aspectos:
Se considera amonestación por conducta antideportiva cuando un jugador toca deliberadamente el balón con la mano, por ejemplo:
- Toca deliberada y manifiestamente el balón con la mano para impedir que un adversario lo reciba. El clásico «me hago el sueco pero en realidad soy un genio del crimen».
- Intenta anotar un gol tocando deliberadamente el balón con la mano. Esto no es balonmano, amigos. Aunque Maradona lo intentó en el 86 y mira cómo le fue (la famosa «Mano de Dios» sigue siendo tema de conversación).
Sin embargo, se expulsará a un jugador que impida un gol o una clara oportunidad de gol tocando el balón con la mano. Esta sanción no viene solo por el toque con la mano, sino por la intervención inaceptable y desleal de impedir la anotación de un gol. Es la versión futbolística de «te pasaste de listo».
Y aquí viene lo gracioso: si un jugador intenta impedir un gol con la mano pero el balón entra igual, se concede el gol y se amonesta al jugador por la conducta antideportiva. Es decir, ni para hacer trampas sirves, y encima te llevas tarjeta. Doble castigo por incompetente.
Conclusión irónica: No siempre es penal
Después de todo este rollo técnico mezclado con humor futbolero, la conclusión es clara: no todas las manos son manos (sí, suena raro, pero así es el fútbol). El reglamento existe, pero su interpretación depende del árbitro, del VAR (cuando funciona), de la presión del estadio, y probablemente también de lo que desayunó el colegiado esa mañana.
La realidad es que las decisiones arbitrales sobre mano seguirán siendo polémicas hasta el fin de los tiempos. Cada jugada es un mundo, cada árbitro tiene su criterio, y cada aficionado tiene su opinión (generalmente gritada a todo pulmón desde el sofá).
Así que la próxima vez que veas una mano dudosa, respira hondo, prepárate para el debate eterno, y recuerda: en el fútbol, la lógica es opcional. Y las manos de Keita… bueno, esas no eran manos. O sí. Depende a quién le preguntes.
¡Que viva el fútbol, los memes y las polémicas arbitrales que nos mantienen entretenidos!

 
		
do you have a fb fanpage